sábado, 9 de noviembre de 2013

HM.

 Fue sólo un día, unas pocas horas. Pero fue el primer día del resto de mi vida. Y, por fin, puedo decir que de verdad es lo que quiero, que me llena hasta un punto que ni esperaba. Porque ahora sé que, para mí, no existe nada mejor que un apretón el el brazo y esa mirada tan sincera acompañada de un 'gracias'. Porque en ese momento lo supe, esa emoción recorrió todo mi cuerpo por primera vez. Fue algo tan hermoso que no lo sabría explicar. Así que aquí estamos, rozando con la punta de los dedos ese sueño que de verdad empiezo a ver convertido en realidad.

 Aún queda mucho, pero ya casi... ya casi estoy.