sábado, 30 de marzo de 2013

Dile a ese imbécil qué te gusta en verdad.


Hoy me he descubierto buscando tu mirada entre la gente. Y hoy, sin querer, me encontré pensando en que quizá podrías ser... tú. Que tu magia podría hacerme temblar otra vez. Quizás te busco sin razón aparente, quizás es sólo una simple sensación.

 Pero no se siente así, esos amaneceres marchitos por el adiós no podrían ser mágicos si no fuesen reales. Tienen esa pizca de irrealidad, esa chispa que hace que sean interminables, invencibles a los ojos de cualquiera que no es consciente de lo que pueden esconder.

 (...)

 Por todo ello volveré a perderme, antes de huir volveré. Y seguiré perdida, irremediablemente, en ese pedazo de irrealidad. Efímera y fascinante. 

sábado, 23 de marzo de 2013

Málaga.


 Tan simple como "hogar". Fue tan diferente, y esperado... Quizá necesitaba ese olor tan conocido, esas risas y miradas, absurdas conversaciones. El mismo baño de siempre, misma cocina, pasillo, salón... volver a tu antiguo santuario y ver todo en su orden. La historia que no cambia ni termina, las ganas de ver lo que es tan conocido. Paisajes odiados, la simple humedad. el frío, la lluvia, las calles encharcadas. La misma gente, los mismos bares. 

 Necesitaba un lugar en el  mundo, un solitario refugio que encontré a más de 500km. Pero este es mi hogar, este es mi lugar seguro. Sólo necesité una mirada, tomar un poco de aire y respirar de verdad en mucho tiempo.


 Sólo queda la certeza de que volveré y recuperaré lo que un día necesité perder.

jueves, 21 de marzo de 2013

A escondidas.


 Hablamos de nuestro hipotético fin del mundo, pero ambos tan diferentes. Acompañantes diferentes que jamás encajarían sin un tú y yo. No resulta sencillo verlo de ese modo. Por ello sería una nueva despedida, errónea pero esperada, al menos por una parte. Porque tú irías a sus brazos, a pesar de todo. Aunque te abandone, aunque ya veas el final de ese camino.
Y yo te buscaría...

Porque no, a ti no sé decirte que no. 

miércoles, 20 de marzo de 2013

1999.

I will never if you...

(...) "Por suerte y, finalmente, se armó de valor para mirarle a los ojos y hacer la tan ansiada pregunta.

 - Y ella... ¿está bien?
 -  ¿Qué quieres decir?
 - Me refiero a si cambió, a si sigue siendo la misma... a si hizo algo malo.
 - Todas las personas cambian, sin embargo no, nada cambió en ella. Sigue con esa sonrisa, y esas maneras y... no. No hizo nada malo.




 Ya no necesitó más. Ese leve quiebro de voz, ese desvío de mirada fue todo lo que necesitó para saberlo. Es cierto, no hizo nada incorrecto. Tomó esa indeseada libertad y la quebró, como cualquier otro impulso. Y así, de una forma tan estúpida volvió a romperse en dos. Dos mitades irregulares, dos mitades igualmente deshechas."

Lejos. 

viernes, 8 de marzo de 2013

Cuando valga la pena.

  



"A veces hace más que te escuchen en silencio a que den absurdos consejos que no servirán de nada."





Volveré.

jueves, 7 de marzo de 2013

No ha dejado de doler.


 Una pequeña conversación para que los recuerdas caigan en cascada. Volver a vivirlo todo, y que todo te mate por dentro, otra vez. Y que todo vuelva a tener relación. Repetir las mismas preguntas, culparte de nuevo. Una y otra y otra vez. Y estar, de nuevo, como aquel día. Para algunos sin razón, para otros con sentido.

 Y, después, me acuerdo de ti. Y sé que no lo entenderías. Pero no hay quién te entienda como ahora lo hago yo.


Hoy no. Hoy no es un buen día. Hoy no era un buen día para que la lluvia cayese así. hoy no era un buen día para perder. Hoy no era un buen día para estar sola.

1.

viernes, 1 de marzo de 2013

Skin.


No heels. No shirt. No skirt. All I'm in is just skin. No jeans, take em off. Wanna feel your skin.


Y una mirada sin remitente nace de sus noches a solas. Espera que, de nuevo, vuelva a aparecer por su ventana. y la bese. Y la abrace. Y que vuelva a conseguir que el mundo deje de tener sentido. y de doler.
Espera que ese miedo sea sólo su imaginación, que él también piense en ella y desee abrazarla y besarla. Otra vez.
Una vez a oscuras, otra vez escondidos. 
Un único beso más.

Pero esperar convierte la paciencia en impaciencia, la angustia en ganas de correr. Y correr sin rumbo no es la opción, esperarle sin medida no es la mejor solución. No, porque quién sabe dónde está, quién sabe qué hará, a quién amará o en quién pensará.

"Entonces hiéreme."
El amor es sólo un juego en el que perder sólo dolerá hasta que alguien encuentra la cura perfecta.

Y jugar. Reír. Disimular.

Y lo sabes. Juegas con ventaja.
Así que roba ese aliento de nuevo.


"De mis manos temblorosas arañando el colchón."