No es justo descubrir cuántas equivocaciones has cometido al confiar en el error. No es comúnmente aceptada la libre elección. Siempre existe el qué dirán, ese "te lo advertí". Y yo me he cansado.
Me prometí volver, volver a mi origen incierto. Pero volver. Así que ahí estoy, guiándome por algo que no podrían entender, y descubriendo mi auténtica realidad. Se acabó la venda en los ojos, el hacer lo correcto por derecho. Ahora no es así.
Y me equivocaré. Caeré y escucharé esas palabras. Quizá. Pero ahora, sólo por ahora, esa sonrisa que me han arrancado seguirá en pie.