martes, 30 de julio de 2013

Tanto.

"Y hay un momento en que te dices... ¡ah! ahí está. Le he buscado toda la vida."


Cómo no saber por qué quiero volver a escribir. Me repito, tanto... Pero es que no hay más. Es simple y directo pues sin saber porqué desbarataste toda mi vida haciendo que de mí saliera algo mucho más real. ¿Cuánto hacía que no era así? El no fingir, el no intentar ser algo que no eres, o que no puedes llegar a ser. Quizá no escriba todo lo que pienso (o siento) pero me da una más que buena idea de lo que es para mí, en realidad. Y qué importa quién lo entienda, o lo respete. Si es que ya me da igual. Porque una sola mirada, una simple sonrisa me recuerda porqué me he lanzado al precipicio. A tus brazos. Pues para bien o para mal ahí estoy, casi a tu merced. Quizá suene absurdamente ñoño pero hay algo muy diferente. No me cansaría de mirarte, de escucharte o de sentir que soy parte de tu vida. Adicción y locura, terriblemente deliciosa. Qué fácil es esforzarse y que sea tan natural. Qué fácil lo haces.

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