jueves, 3 de octubre de 2013

Héroes antagonicos.

Lo quería.
 Lo quería a cada momento, a cada instante. Era tan difícil respirar sin su presencia... lo quería, sin más. Lo quería incluso cuando me odiaba, cuando me pedía a gritos que le dejara marchar. Lo quería cuando me pedía perdón, cuando sonreía, incluso cuando esa sonrisa no era para mí. Lo quería cuando me evitaba y cuando me buscaba desesperadamente, cuando me ignoraba o cuando se olvidaba de mí. Lo quería cuando era dulce y cercano, cuando confiaba en mis palabras o escuchaba con atención. Lo quería cuando se equivocaba, cuando era cruel y... Lo quería siempre, incluso cuando me odiaba, incluso cuando le odiaba sabía que le quería.


 Y despiertas con ese nervio, buscando a tu lado una silueta que no estará. Recuerdas lo real que sentiste ese sueño, o ese recuerdo mezclado con algo que no existe en realidad. Y das mil vueltas de nuevo, esperando que empiece a escocer el alma. Pero sin embargo sonríes, no precisamente porque sea irreal, no porque no pueda ocurrir... Sonríes porque sabes que, a pesar de todo, esa sensación jamás te abandonó. Lo querías, y despiertas sabiendo un poco mejor que ya no hay marcha atrás, que has pronunciado esas palabras que te aterrorizaban. Pero ya no. Lo querías, lo bueno y lo malo. Lo querías. Lo quieres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario