viernes, 13 de diciembre de 2013

Lo diré bajito.

 "(...) Estás aquí, pero en realidad no lo estás. Tu cabeza está muy lejos, tu espíritu está muy lejos y aquí sólo queda una especie de ente que se mueve (...)"


 ¿Te ofenderás? ¡Lo conseguí!
 Y no es de extrañar que eso sea cierto, en su justa medida. Estoy donde simplemente puedo estar. Porque al final no queda más que esto, la típica y absurda noche en la que da igual lo que necesites porque no lo conseguirás. Simplemente se acaba el llamar a gritos, o en silencio. Quizá ya no pueda salir de este agujero pero... ¿qué más da?
 Ahora sobrevivo a base de sonrisas cansadas, de algo estúpidamente cercano. Por llamarlo así.

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