miércoles, 14 de mayo de 2014

Californication.


"Querida Karen:
Si estás leyendo esto, significa que he encontrado el valor para mandártelo. Bravo por mí.
No me conoces muy bien pero, si me lo permites, tengo tendencia a repetir una y otra vez lo duro que me resulta escribir, pero esto es lo más difícil que he tenido que escribir nunca. 
No existe una manera fácil de decirlo, así que simplemente lo diré: he conocido a alguien. Fue una casualidad, yo no lo estaba buscando. No lo planeé. Fue la tormenta perfecta. Ella dijo una cosa, yo dije otra. Cuando me di cuenta quería pasar el resto de mi vida en mitad de aquella conversación
Ahora tengo la sensación en mis entrañas de que puede ser ella. Está completamente chiflada, de una forma de me hace sonreír. Extremadamente neurótica. Y exige un mantenimiento exhaustivo.
Ella eres tú, Karen. Esa es la buena noticia.
La mala es que no sé como estar contigo ahora. Me acojona. Porque si no estoy contigo inmediatamente tengo la sensación de que nos perderemos ahí fuera. Este es un mundo enorme y malo, lleno de vueltas y recovecos en el que basta con parpadear para perder el momento. El momento que pudo cambiarlo todo
No sé lo que hay entre nosotros, y no puedo decirte por qué habrías de saltar conmigo al vacío por alguien como yo... Pero hueles tan bien, como el hogar. Y haces un café excelente. Eso también es importante, ¿verdad?
Llámame.
Infielmente tuyo, Hank Moody"



A veces te cruzas con algo así, con algo que no esperas, que te hace temblar sin querer, algo que te hace cuestionarte todo. Entonces vuelves a recordar, abres el baúl donde guardas todo aquello en lo que no quieres volver a pensar y te das cuenta de lo trágico que es el amor. Lo trágico de sus finales, y lo trágico de sus inicios. Pero quizás es algo que ya sabías, que veías el final en el inicio, y recuerdas el inicio en el final. Sea como fuere, sólo queda el darte cuenta de que sabías la realidad de todo aquello, que en el fondo no fue una sorpresa. Ahí reside lo trágico. Pero si eres capaz de sonreír al abrir el baúl quizá ya no sea necesario el tenerlo, y mucho menos enterrarlo.

Fue sólo una serie de palabras en el orden indicado, como bien dice: 'la tormenta perfecta'. A veces merece la pena saltar al vacío.



(Pero hoy no hablaré de lo trágico del amor, referido a la amistad. ese aún duele demasiado.)

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