domingo, 3 de agosto de 2014

Time.


 Se me hace difícil escribir a veces, a pesar de morirme de ganas. Aprovecharé esta noche para recordarme ciertas cosas.
 En primer lugar, y lo más importante con diferencia... Ya estás aquí, no sabes cuántas ganas tenía de conocerte, aunque tenga la sensación de que llevas mucho tiempo siendo parte de mi. Has traído más sonrisas de las que he visto en mucho tiempo (y ojeras, muchas ojeras), has traído la luz que muchos de nosotros necesitábamos. Así que bienvenido a mi vida mi pequeño pateador. Puede que sea un desastre absoluto y que no pueda decir que vaya a se la persona que más te quiera en este mundo, pero nadie te puede querer como lo hago yo. 14/7/14.

 En segundo lugar... pues bien, bien por mí. Porque después de mi primer y horroroso año de carrera llegó el segundo, ese que creía que sólo podía mejorar. Y es que es cierto eso de que hay que tocar fondo para poder salir. Pero aquí estoy, y puedo estar más que orgullosa de mí misma. No hablaré mucho más de un tema ya absurdo y bastante estúpido, eso ya pasó. Sólo hablaré de que sé que adoro la que será mi maldita profesión, y que he conseguido pasar limpia de este segundo curso. No puedo pedir más. Ahora sólo queda seguir adelante, porque es una carrera de fondo y ya no queda nada.

 Y por lo demás... ¿qué más podría decir? Hay cosas que no se pueden conseguir sola, y hay cosas que se quieren compartir. Tengo la pequeña suerte de cumplir casi a la perfección ambas.



(Por no hablar de cada amanecer, de los que merecen la pena.)


No hay comentarios:

Publicar un comentario