viernes, 9 de enero de 2015

Undisclosed desires.


 "Año nuevo, vida nueva" o el cómo empezar a vivir. No es que piense hacer una valoración exhaustiva sobre todo el pasado o lo que espero del futuro, las cosas (¡y por fin lo comprendí!) no funcionan así. Tener metas imposibles, soñar con momentos perfectos... a mí ya no me sirve. Porque me empeñaba en hacer planes, en dejarlo todo para un futuro que no sabía siquiera si podría existir. Y me empeñé en no ver lo que tenía, o lo que podía vivir. Y me empeño en repetir esta palabra: vivir. Porque, de nuevo, he tenido que caer. Caer más fuerte que otras veces, y ser más valiente que nunca. Pero no me arrepiento de ello. Me alegro de tener estas cicatrices, y me alegro de como poco a poco han decidido empezar a sanar. 
 Ahora llega lo complicado, hay que volver a confiar. Debo abrir los ojos, valorar con una mayor exactitud y seguir. Siempre hacia delante, sin pensar en lo que fue o lo que pudo haber sido. Esta es mi decisión, este es el camino que yo elegí. Y quizá siempre lo supe... Ahora sé que siempre lo supe, pero tuve miedo y me aferré a todo aquello que creí que no cambiaría, aquello que aunque me hacía feliz no era la felicidad que yo buscaba. Y es que la felicidad no se busca, no se espera... está ahí donde tú quieras verla. Y me empeñé en no verla, a pesar de estar rodeada de ella. Y, ¿quién sabe? Quizá eso que hace mucho tiempo soñé era mi deseo real. Es mi gran deseo, mi gran meta. El paso 3 de mi estúpido plan. 
('Me hago un vestido con todo lo que he 'perdido'...¡y ya tiene sentido sonreír!)
 Me alegro. Me alegro por mí. Me alegro de haber 'cambiado'. Me alegro de despertar. 

'Hoy es un buen día para sonreír.'

No hay comentarios:

Publicar un comentario