Bienvenidos al futuro que mandamos al infierno.
Quizá echo de menos más cosas de las que estoy dispuesta a aceptar. Quizá sería mejor si pudiera controlarlo. O controlarme. Si pudiera dirigir mis pasos a lo que, por supuesto, sería lo bueno para mí. Pero no hay forma de que lo vea, de que lo quiera. No hay forma de no querer salir corriendo cuando veo esa hipotética perfección venir hacia mí. Y que sería más fácil es evidente. Pero seguiré corriendo, huyendo. Porque no es justo para nadie, y sólo tengo claro el querer volver a correr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario