jueves, 10 de enero de 2013

Perfección.

"Yo no bailo con princesas, pero te haré reina del baile. Estoy a punto de romperme porque me gustas con coraje. Mira que te lo advertí, te metes con quién no sabes. Ya te habrás dado cuenta, amor, que yo no hago cosas normales. Ven, que no voy a cambiarte ni tu vida será otra..."


 Hablamos de la perfección como algo general, como si se tratase de algo que realmente existe. "Perfección", ¿a qué demonios nos referimos con esa palabra? Es algo tan utópico... y tan personal. Ese momento en el que nos decimos... "es perfecto". Puede que lo sea, pero no es más que eso, un "momento", un instante que más tarde se perderá. Pero quizá así sea mejor, pensar en la absoluta perfección... el momento perfecto, la persona perfecta... ¿qué gracia tendría? Prefiero mil veces los instantes perfectos, a mi persona perfectamente imperfecta. Perfecta para mí, no más. Sus perfectos defectos, su perfecta sonrisa, su perfecta risa y su perfecto olor. Diferente, pero un conjunto perfecto.

 Aún así me alivia pensar eso. Puede que la perfección esté por ahí, escondida, y que cada uno busca la suya. Sin duda, algún día, alguien la encontrará. 

1 comentario:

  1. Quizá con la perfección, como con la felicidad, sea más importante el camino que el destino.
    Saludos

    ResponderEliminar