martes, 9 de diciembre de 2014

Desacuerdo de más.

 "Pongamos que hablo de Madrid." 

 De sus calles, de sus gentes, de sus luces y lugares escondidos. De todas esas pequeñas cosas que te gustaría compartir con alguien, y que mientras lo ves no estás con la persona adecuada. O más bien la que necesitarías. Y digamos que mantenemos la ilusión de que pueda ocurrir. Pues no, queridos. La vida es tan puta que no dejará que un simple paisaje lo compartas con alguien en concreto. 



 Debe ser muy divertido el decirle al resto que no saben lo que quieren cuando es totalmente al contrario. O, quién sabe, quizás juegas tus cartas de un modo que el resto no entendemos. El problema es cuando alguien ya mostró todas sus cartas, cuando no queda ningún As en la manga, cuando aceptas lo inaceptable y confías, de nuevo, en la persona equivocada. 
 Y es que siempre me matan las despedidas.
 Pero, a fin de cuentas, de "decepciones más grandes hemos salido." 

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