jueves, 12 de julio de 2012

Clover.

 Como si me hablasen de los siete pecados capitales, es ver su silueta y un escalofrío recorre mi espalda. Son esas ganas de abrazarle delante de todos, pero sin que nos vea nadie. Son esas ansias de que se crucen las miradas, de disimular las ganas de besarle. Ese laberinto mudo donde sobran las palabras, donde una tenue melodía separa la realidad del sueño. Allí, lugar en el que guardar el secreto a voces, el instante escondido entre sus dedos. Es esa lenta caricia y ese rápido robo de aliento. Ese plan prohibido y ansiado, ese paseo recordado. Son esas ganas de encontrarse una o otra vez.

 Pero, ¿y si estuviera prohibido? Prohibir algo tan dulce e intenso sería un suicidio no asumido, pero sí aceptado. De ser así llevaos lo que quede, salvad el volver a sentir. De ser así toma mi mano, sácame del sueño, odia cada gesto y cada promesa, pero no me dejes aquí. Abre de nuevo tus alas y vuela esquivando su radar, vuela y llévame lejos de aquí. Aunque desaparezcas, aunque tu destino no esté a mi lado. Déjame confiar en algo en lo que no creo pues sólo así podría volver. 





 "Porque yo ya no distingo su silueta. Sé que le perseguía, sé que era la luz que guiaba mi sueño, pero desapareció. Me dejó atrás confiando en que podría seguir sin su presencia, que todo sería mejor si no estaba a mi lado. Podría seguir. Hizo siempre lo correcto, hizo lo que era mejor, lo sé. Pero se olvidó de un pequeño detalle, no importa si me abandona, no importa si huye, estaré esperando porque es lo que decidí hacer, porque esta será mi nueva forma de luchar."

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