martes, 3 de julio de 2012

Y hacer del caos un arte.

"Cuatro mil días después de aquel año obcecado detecto que, al fin, te dignaste a cumplir con la cita inaudible.Y me alegro.Y me enfado a la vez.
Después de estudiar con cuidado este caso ejerciendo, a la vez, de fiscal y abogado, de juez imparcial, sentencio lo nuestro diciendo que el fallo más grande pasó por guardar solamente los días más gratos y olvidar los demás.
Mirarte de frente. Admito en voz alta que no pocas veces he sido tentado en coger mi esperanza y lanzarla, sin más, a la fosa común dónde yacen los sueños que nos diferencian."


Tal vez... ¿has pensado en renunciar?
Yo aún no.

Hada helada en vuelo inerte...
tú nunca caerás.
Hada helada en vuelo inerte...
tú nunca cambiarás.

Tal vez... ¿has pensado en crecer más?
Más no.
Tal vez... ¿te conseguiste equilibrar?
Yo aún no.

Vamos a correr el gran sprint final.
Y al cruzar la línea los dos ganan.

Voy a romper las ventanas para que lluevan cristales.
Ven a romper las ventanas, ven a gritar como antes.
Voy a romper las ventanas y hacer, del caos, un arte.
Voy a romper tus ventanas y voy a entrar como el aire.





 Por ver esa silueta de nuevo, por ver esos ojos mirar con la misma intensidad de entonces. Por la promesa y la calidez de su mano. Por el aliento que le robaba cuando necesitaba respirar. Por aquellas sonrisas y absurdas preocupaciones. Por el apoyo y la ausencia, por la terrible sinceridad.


"Y, así, por una cosa tan tonta como ver unos conocidos ojos almendrados de tanto sonreír, se olvidaba de todo lo demás."

No hay comentarios:

Publicar un comentario