sábado, 25 de febrero de 2012

Insomnio y todas sus derivantes.


 De regreso a las viejas costumbres, sólo hacían falta algunas nuevas razones.
 Volvemos al insomnio, a perder noches enteras mirando el techo, observando la misma noche, esperando ver amanecer.
 Volvemos a las largas horas de música, de lectura, de juegos... De dibujos, de historias, de pensar.
 Una nueva oportunidad para intentar acabar lo comenzado, para finalizar lo ya empezado.
 Un respiro que desearía no tener... Demasiado tiempo que no sé manejar. Tiempo que debería poder ser usado en algo necesario...y, sin embargo, soy incapaz de conseguirlo.



Al menos he llegado a una estúpida conclusión. Algo que ya sabía, algo que intentaba ignorar.
Tú no podrás salvarme, tú no podrás entenderlo. Yo no podré darte lo que buscas, no podré hacerte feliz. Pero serás y seré tu refugio, porque es lo máximo y mínimo que podemos ser.


Odio seguir escuchando esas canciones tan personales, pero son absolutamente adictivas. Tanto como lo llegas a ser tú.
Dame otra tarde de adicción.

2 comentarios:

  1. Insomnio, ¿eh? Lo peor es pensar, aunque supongo que es inevitable. Iago siempre me dice que no debería pensar tanto, sobre todo cuando intento dormir (nunca funciona)... es... frustrante, a veces.

    Espero que te vaya todo bien >.<

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. We need to talk!
      Porque tus actus me dejan un tanto dudosa!! >.<

      Y si, es muy frustrante..

      Eliminar