jueves, 21 de junio de 2012

Incendios de nieve.

 Corría, corría hacia él, a ese lugar. Sabía que sería extraño, que quizá no era el momento adecuado, pero necesitaba verle, con urgencia, con una extraña necesidad. 
 Todo a su alrededor era distinto, las calles, al gente... no era como ella recordaba, pero no le dio importancia. Sólo pensaba en ese momento, en ese abrazo que necesitaba.
 Finalmente le alcanzó, sin embargo era otra persona. Un rostro diferente, un gesto extraño... pero ese alma que le hacía temblar. Era él, quizá en un cuerpo diferente, pero no podía ser nadie más que él. 
 Se fundieron en un abrazo eterno, hablaron con la mirada. Extrañados, nerviosos. Pero juntos. Era su instante personal, su efímero momento. Hasta que volvieron a la realidad.

 Una dulce despedida, un beso demasiado real. ¿Qué había ocurrido?

 "Tú... tú no me conoces en absoluto."


 Y abrió los ojos. Un sueño, sólo eso. Un  extraño y hermoso sueño que se repetía. Pero esta vez era diferente, lo sabía. No podía explicar por qué, pero así era. 
 Ahora podría volver a ese lugar, ese extraño sueño en el que podían estar juntos.

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