jueves, 10 de mayo de 2012

Wine II.

Y volvió. Estaba segura de que volvería a ver esos tristes ojos y esa copa de vino. Pero, a pesar de esa tristeza infinita, de ese aura de dolorosa ternura, hoy sonreía. Sonreía con ganas, sonreía perdido en los ojos de una mujer. Una mujer, a simple vista, muy diferente. Parecía llena de energía, riendo y hablando mientras él, apático, sonreía delicadamente. Mantenía la misma cordialidad, pero había algo distinto en él. Emoción, felicidad.
 Es absurdo, pero ver esa imagen, ver esos ojos tan tristes que me habían hecho pensar tantas historias, ver sonreír a tanta tristeza, me hizo sonreír a mi. 


Pequeñas sonrisas que esconden algo más. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario