lunes, 14 de mayo de 2012

Ya no la quiero, es cierto... Pero tal vez la quiero.

Para luego desaparecer.
 "¿Lo mejor? Nunca confíes en nadie que no seas tú. Nunca le des a una persona tu corazón. No le muestres tu debilidad, aunque en ese momento confíes en esa persona. No lo hagas. Porque tendrá el poder de hacerte daño, sabrá tu punto débil y sabrá cómo mover los hilos para hacerte caer. 
 ¿Yo? Yo volvería atrás, volvería a aquel momento en el que nada era capaz de llegar a mi, en el que mis muros eran invencibles. Volvería a mi momento de eterna soledad. Soledad en la que no podían hacerme daño.
 Ni siquiera ames, ni quieras. Porque esas son las armas más mortales."

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