domingo, 8 de abril de 2012

Lo llaman ansiedad.

 No sé si conoces esa sensación. No sabría cómo explicarla. Pero es ese momento en el que olvidas cómo respirar, cuando esa presión en tu pecho te impide razonar. Todo a tu alrededor te da vueltas, notas algunas miradas fijas en ti y te preguntas si tendrás mala cara, si estarás haciendo algún tipo de mueca. Pero sabes que no, que tienes una apariencia absolutamente normal, incluso un poco aburrida. Pero dentro de ti todo es un caos. Eres incapaz de dejar tu mirada quieta, de observar algo con claridad, te tiemblan las manos, te ahogas, sientes ese agobio sobre ti. Sabes que no te puedes concentrar, que si no sientes a alguien a tu lado no serás capaz de caminar. Y dices esas palabras que tanto miedo te dan, pero que las necesitas más que nunca: "no me dejes sola". Porque se hace difícil cualquier situación. Ese mareo, ese vértigo. Es bastante frustrante. 
 Y luego está esa nausea perenne. Esas ganas de correr hasta que esa sensación desaparezca, pero tener la certeza de que no lo podrás hacer. Sentir que pierdes la fuerza, aunque no sea cierto. Todo es cuestión de sensaciones. 
 Quizá ya me volví loca, quién sabe. Sigue siendo algo que no sé explicar. Pero, aún hoy, me tiemblan las manos de puro agobio. Mantengo la sensación de agobio, como si siguiese encadenada a algo que no existe. Y me da miedo. Me da miedo no poder dormir de nuevo, seguir con esa asfixia, seguir pensando demasiado.Me da miedo caer y no saber levantarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario